Las organizaciones reivindican el reconocimiento del papel esencial del sector ante la crisis y medidas de financiación complementarias que refuercen su contribución social
Sareen Sarea ha presentado un documento que recoge propuestas estratégicas para hacer frente a las consecuencias que la crisis de la Covid-19 ha originado en las organizaciones sociales de Euskadi.
El documento se ha enviado al Gobierno Vasco, a través de la Consejera del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal. Igualmente, Sareen Sarea ha remitido el documento a las y los representantes de las distintas formaciones políticas en el Parlamento Vasco, con el objetivo de trasladarles las propuestas del sector para responder al impacto social de la pandemia.
El Tercer Sector Social presta servicios indispensables y protege a las personas más vulnerables. Desde las entidades sociales se realiza una labor enorme y fundamental para el desarrollo del bienestar social en Euskadi y el sector juega un papel esencial e insustituible asistiendo a los poderes públicos en la disminución de los efectos negativos de la pandemia. Sin embargo, necesitamos más medios para poder seguir haciéndolo con la máxima seguridad posible.
La estrategia evidencia la repercusión que la crisis de la Covid-19 ha tenido en las organizaciones del Tercer Sector Social de Euskadi. Las entidades han tenido que hacer frente a importantes cambios en sus servicios y actividades. Muchas de ellas se han visto obligadas a adaptar, cerrar o crear nuevos servicios desde el inicio de la pandemia.
El documento también recoge los efectos negativos que la pandemia ha generado en las personas destinatarias. Problemas derivados del confinamiento, además de los asociados a la falta de recursos económicos, que han afectado especialmente a las personas más vulnerables. Algunos de los problemas identificados en el documento de Sareen Sarea son la falta de atención en el domicilio, la soledad no deseada, la pérdida de empleo, problemas de exclusión residencial o el aumento de la pobreza.
Por todo ello, desde Sareen Sarea planteamos una batería de propuestas para subsanar el impacto socioeconómico de la pandemia. Es imprescindible asentar una base sólida que permita a las entidades de iniciativa social tener una estructura económica futura estable y suficiente, para seguir atendiendo a decenas de miles de personas con la misma garantía y solvencia.
Entre las demandas que el Tercer Sector Social ha trasladado al Gobierno Vasco, destacan dotar a las organizaciones de los recursos necesarios para responder a la crisis, declarar al sector social como un servicio esencial en la gestión de la pandemia y un compromiso de diálogo civil con todos los niveles de gobernanza autonómico, foral y local.
Respecto a las medidas para las personas y colectivos más vulnerables, hemos trasladado una veintena de propuestas basadas en principios básicos para promover un desarrollo social y sostenible más equitativo. Nadie debe quedar atrás en esta crisis, todas las personas y familias que necesiten protección social deben tener un acceso adecuado a las diferentes prestaciones sociales que ofrecen las organizaciones del tercer sector.
Vacuna social
Junto con la estrategia de posicionamiento del Tercer Sector Social ante el impacto de la Covid-19, iniciamos una campaña de sensibilización bajo el lema “Somos la vacuna social contra la pandemia”. El objetivo es visibilizar el valor que aportan las organizaciones de iniciativa social vascas y la necesidad de reforzarlas para poder hacer frente a las consecuencias de la crisis.
Tercer sector en cifras
El Tercer Sector Social de Euskadi está compuesto por casi 4.000 entidades, que cuentan con 138.600 personas voluntarias y dan empleo a 38.525 profesionales. Sus organizaciones gestionan un volumen económico de 1.736 millones de euros, equivalente al 2,3 del PIB vasco.
Sareen Sarea es la red de redes del Tercer Sector Social de Euskadi y actualmente cuenta con 16 redes vascas de distintos ámbitos sociales: la cooperación al desarrollo, la inclusión social, las personas mayores, la discapacidad, las familias numerosas, el ocio socio-educativo con la juventud e infancia y la economía social y solidaria, entre otros.