Artículo de opinión de Soraia Chacón, presidenta de Sareen Sarea
Vivimos tiempos convulsos. La polarización, la incertidumbre social, los discursos de odio y la desafección política crecen al calor de un contexto geopolítico cada vez más inestable. La democracia atraviesa una crisis estructural: los derechos y libertades que tanto nos ha costado conseguir en las últimas décadas, hoy, se ven amenazadas. Y, sin embargo, aquí seguimos. En pie y avanzando, tejiendo redes y comunidades. Reivindicando la diversidad y la democracia, con una clara intención de construir un futuro mejor. Un futuro inclusivo, justo, solidario y sostenible para todas las personas.
«La democracia atraviesa una crisis estructural: los derechos y libertades que tanto nos ha costado conseguir en las últimas décadas, hoy, se ven amenazadas».
Ante este escenario, es urgente reivindicar otras alternativas de hacer política, reivindicando la gobernanza colaborativa como una práctica estructural en el diseño, la ejecución y la evaluación de las políticas públicas. Desde el Tercer Sector Social de Euskadi llevamos décadas impulsando formas de participación activa, desde lo colectivo, la cocreación y la acción compartida. Lo hacemos con ética, con impacto social y con una mirada profundamente humana. Y creemos que ha llegado el momento de que nuestra experiencia, legitimidad y conocimiento de base sean plenamente reconocidos.
Por ello, este 12 de mayo, Día del Tercer Sector Social de Euskadi, lanzamos un mensaje claro: somos lo que hacemos unidas. Más que un lema, es una declaración de principios. Somos más de 4.200 organizaciones sociales que, día a día, trabajamos por los derechos de las personas más vulnerables, desde la proximidad, la escucha y el compromiso con una Euskadi mejor. Generamos empleo para más de 45.000 personas, movilizamos a cerca de 170.000 personas voluntarias y representamos un 2,4% del PIB vasco. Pero, sobre todo, aportamos valor social, conocimiento situado y una mirada profundamente humana a las políticas públicas.
«Es urgente reivindicar otras alternativas de hacer política, reivindicando la gobernanza colaborativa como una práctica estructural».
Afrontamos desafíos complejos: el envejecimiento, la soledad no deseada, la emergencia climática, un aumento preocupante de las desigualdades o el racismo estructural. Retos que requieren enfoques horizontales, participativos y conectados con la realidad social. Necesitamos otras formas de hacer política y, sí, necesitamos una gobernanza más colaborativa para fortalecer la democracia.
Colaborar no es delegar ni consultar, es construir juntas desde la confianza mutua. Desde la reciprocidad. Desde el reconocimiento del valor que cada parte aporta. Porque ningún actor, ni público ni social, tiene por sí solo todas las claves. La innovación social y la eficacia de las políticas públicas se juegan, cada vez más, en la capacidad de generar alianzas sólidas y duraderas entre las instituciones y la sociedad civil organizada.
Este enfoque colaborativo es tan posible como necesario. El reciente Plan 2025-2028 de la Dirección de Innovación Social y Agenda 2030 de Lehendakaritza señala un camino que compartimos totalmente: plantea una visión holística, comunitaria y colaborativa de las políticas públicas. Desde el Tercer Sector Social de Euskadi nos sentimos interpeladas e implicadas en ese horizonte. Porque en un tiempo en que los discursos autoritarios ganan terreno y los derechos sociales se debilitan, defender la democracia significa también defender su dimensión participativa, su alma comunitaria, su vocación transformadora.
«Defender la democracia significa también defender su dimensión participativa, su alma comunitaria, su vocación transformadora».
Hoy se cumplen nueve años de la entrada en vigor de la Ley 6/2016 del Tercer Sector Social de Euskadi, que reconoció la legitimidad del sector como actor clave en la construcción del bienestar. Pero ese reconocimiento no puede quedarse en el papel. Necesitamos espacios reales de cocreación. Necesitamos interlocución estable. Necesitamos estructuras que sostengan el diálogo civil. Y, por supuesto, necesitamos financiación suficiente y garantizada, alineada con nuestra misión social. Porque la participación con impacto requiere tiempo, recursos y condiciones dignas para poder ejercerla.
En este nuevo ciclo político que se abre, desde Sareen Sarea tendemos la mano al Lehendakari y su ejecutivo para construir conjuntamente una verdadera gobernanza colaborativa. Queremos seguir siendo un puente entre las instituciones y la ciudadanía. Somos lo que hacemos unidas. Y queremos seguir haciéndolo. Porque lo que hacemos unidas merece un lugar en la arquitectura democrática de este país.